Quien más y quien menos quiere darle otro toque a su casa, pero hay algo que todo el mundo teme, meterse en una obra y lo que ello conlleva, además de que el presupuesto suele ser elevado. A esto se une que si se vive de alquiler o bien no podemos meternos en grandes reformas o no nos merece la pena porque sólo estaremos allí un tiempo limitado.

Para estas situaciones lo mejor es optar por soluciones muy resultonas, baratas y sobre todo que no requieran de obra, por lo cual el proceso es mucho más rápido y más sencillo para hacerlo incluso nosotros mismos. En el post de hoy he recopilado 4 ideas sencillas para darle un cambio de aires a toda la casa o a alguna de las estancias. Ahí van!

1. Fotomurales, papel pintado y vinilos

Muchas veces una habitación nos resulta demasiado sosa y tan sólo con poner uno de los frentes con un papel pintado o fotomural cambia como de la noche al día. Pensar en papel pintado nos puede devolver una imagen demasiado antigua, pero ahora hay empresas como Pixersize que tienen modelos preciosos de diferentes estilos y que dan un toque moderno y bonito ya sea a una habitación o incluso a la cocina como os pongo en las fotos de a continuación. Los hay con formas geométricas, texturas, imitando materiales como la madera o ladrillos, fotografías de paisajes a gran escala e incluso fotomurales 3D.

2. Pintar muebles con Chalk Paint
Las modas van cambiando y los gustos también y hace unos años lo que más se llevaba eran las madera en colores oscuros como el wengue, pero ahora lo que predominan son las maderas claras sin tratar como el pino. Si tenemos un mueble que lo único que no nos gusta es el color podemos recurrir al chalk paint para darle otro aspecto totalmente distinto y que pegue más con el resto de la decoración de la casa. Yo en esta reforma he pintado de blanco un mueble que estaba muy dañado después de los golpes y los roces de la obra, le he puesto unos tiradores nuevos y unas patas que no tenía y parece otro totalmente nuevo y del estilo que a mí me gusta, podéis ver la foto en mi Instagram.

3. Instalar suelos vinílicos
Una de las cosas que más lío crean cuando nos metemos en una obra es quitar los azulejos de suelo y paredes, picar siempre crea polvo, ruido y aumenta considerablemente el presupuesto, así que si hay algún suelo que queremos cambiar sin meternos en grandes obras, la mejor manera es con los suelos vinílicos, ya sean adhesivos o de clic. Nosotros en la reforma optamos por no meternos en la cocina, sólo queríamos cambiar el suelo porque el que estaba era insufrible, se veían todas las manchas y el color era horrible, así que optamos por un suelo vinílico adhesivo en un color granito oscuro que ha hecho que la cocina haya cambiado totalmente sólo por ese detalle. Si queréis ver cómo cambia una cocina tan sólo con este gesto os dejo con los post de Fácil y Sencillo de la habitación de su niña y el baño.

4. Pintar azulejos
Los azulejos feos y anticuados deslucen cualquier baño o cocina. A mi los típicos con motivos de frutas y vegetales me ponen histérica, así que si vivís de alquiler o no queréis hacer una gran inversión, lo mejor para perderlos de vista es pintarlos con pintura especial para azulejos o con pintura de pizarra que también se consigue muy buen resultado. El cambio es total, con poco que se haga después parecerá una estancia totalmente nueva. Incluso si tenéis buena maña se pueden pintar los azulejos con algún motivo ayudándonos de una plantilla. La última imagen utiliza esta técnica.