Esta ruta se puede hacer perfectamente en un día madrugando y volviendo tarde, pero si tenéis tiempo es ideal para un fin de semana partiendo de Madrid o de cualquier otra capital cercana como Ávila, Segovia o Salamanca.

Nosotros la hicimos en un día de diario cuando los cerezos estaban en flor. En esta época sí recomiendo hacerla fuera del fin de semana porque si no suele estar la zona bastante abarrotada. Muchas además me preguntasteis si la ruta era apta para hacer con bebés y si era así, que era más conveniente, si carrito o mochila. Mi experiencia personal es que Greta jamás ha querido ir en mochila, es ponerla mirando hacia dentro y revolverse, así que no me queda otra que utilizar carrito. Todos los puntos de la ruta excepto uno que os lo dejo claro a continuación, son aptos para ir con carrito sin ningún problema. Ahí va!

El Barco de Ávila
Fue nuestra primera parada antes de empezar con el descenso por el Valle a través del Puerto de Tornavacas. Es un pueblo pequeño pero cuidado en el que merece la pena un paseo por su calle principal, visitar su plaza mayor y su Castillo y puente medieval.

Mirador Puerto de Tornavacas
Justo en la frontera entre las provincias de Ávila y Cáceres se encuentra el mirador desde el que se divisa todo el Valle. Normalmente, si se va en la fecha correcta, se ve un manto blanco en todo el valle. En nuestro caso nos faltaron dos o tres días para verlo así, ya que en la parte alta todavía no estaban florecidos, pero aún así, la panorámica es preciosa.

Jerte
Este pueblo es el que más me gusto con diferencia, tanto por su entorno natural como por sus casco urbano en el que se ha respetado la arquitectura tradicional de la zona. Es un placer perderse por sus calles empedradas y descubrir tranquilamente el pueblo.

Cabezuela del Valle
En este pueblo se encuentra situado el Museo de la Cereza y es dónde nosotros decidimos parara a comer en el Restaurante Turnat, que por cierto recomiendo, comimos genial. Después un paseo por su casco urbano y por la ribera del río dónde se encuentran las piscinas naturales.

Cascada del Caozo
Gracias al invierno tan duro que hemos tenido, con muchas nieves y frío, la estampa con estos primeros días de calor era increíble. Bajaba un caudal de agua impresionante, lo cual hacía que el entorno fuera más bonito todavía. Hay un pequeño parking y después hay que subir un sendero hasta llegar a la cascada principal. Es un camino sencillo y merece la pena porque la vista final es preciosa. Este punto es el único en el que no pudimos acceder con carro de bebé, si vais tendrá que ser en mochila.

Carretera de Valdastillas - Piornal
Desde esta carretera se ven las mejores vistas de los cerezos, tanto para verlos de cerca, como para ver el valle blanco, y si tenéis la suerte que nosotros tuvimos, la sierra de Gredos nevada de fondo. No hay ningún aparcamiento o mirador como tal, tendréis que aprovechar un hueco de la carretera para parar y disfrutar de las vistas.

Monasterio de Yuste
Esta parada no estaba prevista de inicio, pero en el camino de vuelta nos pillaba de paso y decidimos parar para ver el entorno, pero casi sin querer, el personal de seguridad del Monasterio nos metió dentro justo tres minutos antes de su cierre. Además era gratuita la visita (lo es los miércoles y jueves de 17h a cierre) así que mejor que mejor. El Monasterio es austero, en él vivió sus últimos días Carlos V, pero la austeridad del edificio lo compensa la belleza del entorno, espectacular.

Hasta aquí mi escapada, espero que os guste, que os animéis a hacerla y si tenéis cualquier pregunta, en los comentarios os los responderé encantada. La próxima semana haré el post de la Comarca de la Vera, que también merece visita y está muy cerca de esta.